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La flor

Donde el drama proviene
hay una flor hermosa y sana
que ignora la belleza que emana
y llora por lo que no tiene.
Y los adictos a sus formas
desean poder poseerla
saltándose las normas.
Se exhibe y se vende
ante el cliente cerrado,
bestia del mercado
que respeto nunca aprende.
Y me dijo tras rechazo obtenido
“no tienes sangre en las venas”,
me la quité toda tras tantas penas
y así no mancharle el vestido,
mas la herida sigue abierta
y bien horrible es el agujero
al verla todos cogen la puerta,
sinceramente, así lo prefiero.
No quiero productos de oferta
aunque tengan bonito envoltorio.
No quiero defender un territorio
y que la vida nunca me divierta.
No quiero jugar a la tortura
por una experiencia que debiera ser pura
pero su escandalosa hermosura
me ataría con cadenas a la amargura.
No quiero comprar ni vender
creyendo que así mi vida será completa,
ninguna flor merece vivir en una maceta,
amar es celebrar el libre florecer.

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