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Mostrando entradas de noviembre, 2019

El asesinato de ayer

Pienso mucho en el asesinato de ayer, en todo aquello que pude ver, en todo lo que habitaba el ambiente, en el muerto, en el asesino, en la gente. ¿Y si fuera mía la sangre? ¿Y si lo fueran las lágrimas? ¿Y si lo fuera la responsabilidad al disfrutar de ciertas pócimas? ¿Y si surge otra oportunidad, y en ella soy protagonista? ¿Y si hubiera sido mi hermana? Horroroso ¿Y si hubiera sido yo? Maravilloso. ¿Qué dices? Nada, es bochornoso. ¿Soy el único asustado? Pensar, que la suerte determina quién extrae oro de la mina y quien muere asesinado. Sigan matando, sigan muriendo, sigan llorando, sigan fingiendo. ¿De qué tienes más miedo? ¿De ser víctima? ¿O de ser asesino? "Si mato es porque quiero, Si muero, es porque alguien vino" Amigo, no es tan sencillo, la ira puede cegarte, y la vida pierde su brillo. Y así, entre morir y matarte, se esconde la respuesta a lo que nadie osa preguntarte, no te completa la existencia, pero es un buen punto y aparte. No dejo de pensar en el asesin

Poción eterna

Dame más de esa poción eterna, quiero repetir mi último error, y comparar este amor con la hidra de Lerna. Quiero que hoy no haya mañana, dejaré ganar al monstruo que siempre gana. Dame más de esa poción eterna, el monstruo no se irá, y lo mancha todo de esperma. Y que cada trago me haga volver, mismo segundo repetido, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... ¿Y tú? ¿Qué has conseguido? Permite que me ría, joder. Igual de inútil es hacer y deshacer, poción eterna, es todo lo que pido. Y ya ha pasado, la hidra con mil cabezas, y yo, embriagado. Poción eterna, ya me he cansado. Solo un trago más, sin quejas. No evité que creciera, no luché para que muera. Poción eterna, atrapado en un segundo. Poción eterna, ajeno a este mundo. ¿Y cómo tratarlo si no es a risa? La jodí con tanta poción. Tú estás a tiempo, la vida es lenta, escoge sabiamente tu opción, sé que repetir segundos tienta, pero, la lección que poca gente cuenta: los monstruos crecen deprisa.

No soy

No soy los cuerpos que me excitan, no soy la tierra donde nací, no soy ideas que se marchitan, no soy para ellos, ni para ti. No soy bandera ni estandarte, no soy mis ganas de besarte, tampoco soy mis deseos, ni los hermosos ni los más feos. Ni soy alto, ni soy fuerte, ni soy listo, ni soy decente, ni maldito, ni con suerte, sin ser ciego, no puedo verte. Crees que soy y crees que fui, pero, ni me sinceré ni mentí, mi sombra fue real, pero no palpable, pudieron evitar tanto mal con un mundo más amable. Mi miseria, mi suerte, mis virtudes, mis miedos, mi ropa, mis cueros, mi vida, mi muerte, mi timidez, mis ganas de conocerte... ¿Me definen o me pertenecen? ¿Define a un circo cuando los enanos crecen? ¿Define a un payaso la nariz roja? ¿Define a una silla su pata coja? No soy lo que poseo. No soy lo que deseo. No soy lo que como. No soy lo que fumo. No soy lo que bebo. No soy nada. Y, aunque me taches de loco, sabes que tú tampoco.

La vida es maravillosa

Despierta por la mañana ¿Qué nueva mentira te ceerás? o vieja, lo que te dé la gana. Ganarás el cielo, valhalla o nirvana. Gloria para Catalunya, o victoria para España. Nuevos himno y bandera para tu orgullo, celebrando un mérito, como si fuera el tuyo. ¿Orgullo por nacer? Vaya broma. Maldito por creer condenado al coma, da gracias y asiente, el más feliz, el que más miente, bonito el desliz que calme mi mente. Mas no se calla, constantes gritos en la oreja, con mentiras no me lleno, ni dinero, ni fama, ni pareja. Soy un pozo, donde va a morir todo lo bueno, No hay moraleja, futuro gris, con un pasado rojo.

Refranero

En casa de herrero, chuchillo de palo. En casa de Cristo, navidad sin regalo. En casa del rico, el pobre es el malo. En país con rey, súbdito explotado. En juzgado de hombres, sangre en el coño. En hospital sin eutanasia, Alzheimer bajo el moño. No por más madrugar amanece más temprano. No por más protestar transformas al monstruo en humano. A caballo regalado, no le mires el dentado. A medios manipulados, cree siempre a los censurados. En el país de los ciegos el tuerto es el rey. En país de patriotas, mediocridad es la ley. A palabras necias, oídos sordos. A gritos de pareja, problemas gordos. A la primera colleja, vete sin siquiera pensarlo. Si ese amor se aleja, no te molestes en alcanzarlo.

Esperando al tren.

Los trenes van pasando, yo, en la estación fumando a la espera, descansando, creyendo que un tren será mi salida, que esperar solucionará mi vida. Esperanza, no me abandones, maquinista, espero que me perdones, acabo el peta, me lío el siguiente, lo que sea para despejar mi mente. Y los veo pasar, ningún tren me satisface en uno mucho ruido, en otro gente de traje, ¿Y qué más da a qué tren decida subirme? Acabaré en otra estación, volver para irme, cambio de destino, de viaje, y de equipaje pero siempre termino por aburrirme. Otra vez a huir del segurata, aquí no se puede fumar, soy yo el único que mete la pata, soy yo la única repugnante rata, culpa mía siempre, si no, se ponen a rabiar, desesperan cuando no saben a quién culpar. Otro retraso, estación maldita, poco a poco tu vida te abandona, ¿Cómo no? todo el tiempo te lo quita la puñetera esperanza, esa vil ladrona. Y ya sin nada que fumar, harto de soñar con tonterías, bajo y me tumbo en las vías, mejor lugar para esperar. Así ten