Ir al contenido principal

Me quiere, no me quiere.

Un pétalo fuera, porque me quiere,
porque sería capaz de hacerme feliz
aunque ello conlleve al fatídico desliz
de aguantar aquello que me hiere.

Un pétalo fuera, porque no me quiere,
porque no nos comunicamos lo suficiente
y el monstruo que vive en mi mente
dice que haré el ridículo, mejor que espere.

Un pétalo fuera, porque me ama,
ya que, al verte, mi felicidad exclama:
"Hermosa la vida de éste desgraciado,
pues, entre desgracias, estoy a tu lado"

Un pétalo fuera, porque me aborrece,
porque mi demonio gana la batalla,
y creo no dar la talla,
y, aunque mi corazón al verte estalla,
mi miedo al rechazo crece.

Un pétalo fuera, porque le importo de verdad,
me lo ha demostrado,
merezco ser amado,
por fin disfrutaré de la oportunidad.

Un pétalo fuera porque... ¿Y si me equivoco?
¿Y si no sé leer las señales que me da?
¿Y si me apresuro, y quedo como un loco?
Se asustará, se enfadará, se reirá...

Un pétalo fuera porque me merezco amar,
me merezco poder suspirar al pensarte,
me merezco desear poder besarte,
¿Por qué tanto miedo al fracasar?

Un pétalo fuera porque me muero de miedo,
porque creí que sí, pero no puedo,
porque algo me impide acercarme a ti,
porque no creo en mí, ni creo en tu sí.

Un pétalo al suelo, para ver si perdona,
porque mientras desmenuzaba una flor,
mientras huía del dolor,
mi amor está con otra persona.

Un pétalo al suelo, y una sonrisa,
ya que, al no tener prisa,
al haberme asustado,
del rechazo, me he librado.

Un pétalo al suelo, y un sollozo,
pues por cobarde no lo intenté,
y, aunque no pueda decir que fracasé,
como siempre, mi gozo en un pozo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo cambié mi divinidad por una manzana.

Quien me conoce sabe que soy muy aficionado a viajar. De todas las maneras, por cualquier excusa. Viajar da una nueva perspectiva, crea anécdotas maravillosas con las que enriquecer tu vida y la de los demás. Esto que os voy a explicar es mi último viaje. No contaré los detalles que me llevaron hasta ello. Mi viaje empieza a los 20 minutos de que aquél hombre sabio me diera ese brebaje. Me tumbé en mi cama y me desmayé. De repente me vi a mí mismo en un aeropuerto. Normalmente con la euforia de querer subir al avión para ver qué deparará el futuro, poca gente suele girarse para ver lo que deja atrás. Yo ya cometí ese error, así que esta vez miré atrás para ver bien de qué me despedía. Era yo. Y también estaba yo. Y yo también. Y también yo. Eran todas las versiones de mí que han existido antes de cada evento de mi vida que me marcó. No pude evitar llorar. Y me hablaron. Cada uno con la personalidad que tuve en aquél entonces. Algunas irritantes, otras demasiado inocentes. No pude más q...

El bosque de los malditos

Nunca hablarás, pues las palabras se clavaron en tu cuello, amor mío, perderás, si por lo seguro sacrificas lo bello. Y manzanas del caos horripilantes moldean la tierra en la que vivo. Y los monstruos de poderes menguantes dejan de torturarme mientras escribo. Y me pierdo en un bosque frondoso sumido en el éxtasis más primitivo, y sé que estoy perdido, mas nunca lo digo, lo creas o no, tú también, amigo, no desesperes, sé cuidadoso, aun no sabiendo jugar, podemos ganar el partido, aun yendo a morir, disfrutaremos de lo vivido. Mira al cielo, ¿Qué ves? Humo blanco, sorpresa de tanto e tanto, digo la verdad, no me crees, si tengo frío, me niegas un manto. Vomita culebras de lengua viperina, oro blanco de las tinieblas, santa y bendita cocaína, dueña del mundo y de sus quiebras, dueña de mortales obtusos y de sus innumerables mierdas. Ave rapaz que consume todo aquello que en el bosque se pierde, escóndete, antes de que se acuerde de que tiene poder sobre lo que nos une. Blanco deseo de ...

Castigo anunciado

Vais a arder, no podréis hacer nada, vais a arder, y probaréis el filo de la espada, vais a arder, y de nada os servirá una excusa elaborada, ni el perdón de una deidad inventada. Y por cada inocencia violada, por cada injusticia no castigada, por cada mente engañada, por cada verdad silenciada. Vais a caer, vais a arder, en esta vida o en la siguiente, heridas en el cuerpo, o en la mente, os espera el dolor, y no podréis huir, qué horror, por no saber qué es lo que se siente, por destruir el preciado puente que conecta con la verdad al que miente. Por anteponer una casa al hogar, por anteponer los lujos al bienestar, por juzgar, por oprimir, por obligar, por creerte quién para poder castigar. Por jactarse de civilizados mientras los cadáveres se pudren amontonados, por culpar a los demás de vuestro egoísmo, por decir querer otro mundo, pero elegir siempre al mismo. Por eso y por más, mil cuchillas rajarán tu piel, por eso y por más, reza a tu Dios, pues pronto estarás con él. Por eso ...