Ir al contenido principal

Rosas en la cara

Hay gente que tiene rosas en la cara.
Las rosas, al crecer sus pétalos, dificultan la percepción de los sentidos.
Las rosas, al crecer sus raíces, se incrustan en el cerebro y dificulta el pensamiento.
Las rosas, al crecer sus espinas, pueden hacer daño a quien se acerque y a uno mismo.
Tener rosas en la cara no es nada agradable.
Pero las rosas huelen bien.
Pero las rosas son bonitas.
Cuando la gente ve a alguien con rosas en la cara oliendo su propio aroma, creen que le merece la pena.
Cuando la gente ve a alguien con rosas en la cara admirando su propia belleza, creen que le merece la pena.
La gente idealiza el tener rosas en la cara.
Hay jardineros que quieren dar la opción de quitarse esas rosas de la cara.
La gente margina a esos jardineros.
La gente fuerza a decir a todo el mundo que tener rosas en la cara es una bendición.
Hay otros que lo dicen, pero no lo piensan.
Si dijeran lo que piensan, nos acusarían de odiar a la vida.
No odiamos a la vida, sólo queremos que a todos nos merezca la pena vivirla.
Solo queremos alternativas.
Damián nació con rosas en la cara.
Desde pequeño, le hablaban con condescendencia.
Desde pequeño, le metieron en la cabeza que esos dolores y esas dificultades eran normales.
Aún con las raíces atravesando su cerebro, era más inteligente que el resto.
Se dio cuenta de su condición.
Se dio cuenta de que no era una bendición.
Se dio cuenta de que el dolor y las dificultades, eran una injusticia.
Se dio cuenta de que el buen olor y la belleza no compensa tanto sufrimiento.
Una noche se escucharon gritos.
La madre de Damián se despertó.
Cruzó la casa y fue hacia la habitación de Damian.
Estaba tumbado bocabajo en el suelo.
Le dio la vuelta.
La madre de Damián empezó a emitir un grito.
Grito que fue ahogado por un vómito.
Damián se había arrancado la cara.
En la mesita de noche, estaba la cara de Damián con sus rosas pegadas.
Al lado una nota que ponía:
“Aquí tenéis vuestro puto ramo de rosas, os lo cambio por dejar de sufrir”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo cambié mi divinidad por una manzana.

Quien me conoce sabe que soy muy aficionado a viajar. De todas las maneras, por cualquier excusa. Viajar da una nueva perspectiva, crea anécdotas maravillosas con las que enriquecer tu vida y la de los demás. Esto que os voy a explicar es mi último viaje. No contaré los detalles que me llevaron hasta ello. Mi viaje empieza a los 20 minutos de que aquél hombre sabio me diera ese brebaje. Me tumbé en mi cama y me desmayé. De repente me vi a mí mismo en un aeropuerto. Normalmente con la euforia de querer subir al avión para ver qué deparará el futuro, poca gente suele girarse para ver lo que deja atrás. Yo ya cometí ese error, así que esta vez miré atrás para ver bien de qué me despedía. Era yo. Y también estaba yo. Y yo también. Y también yo. Eran todas las versiones de mí que han existido antes de cada evento de mi vida que me marcó. No pude evitar llorar. Y me hablaron. Cada uno con la personalidad que tuve en aquél entonces. Algunas irritantes, otras demasiado inocentes. No pude más q...

El bosque de los malditos

Nunca hablarás, pues las palabras se clavaron en tu cuello, amor mío, perderás, si por lo seguro sacrificas lo bello. Y manzanas del caos horripilantes moldean la tierra en la que vivo. Y los monstruos de poderes menguantes dejan de torturarme mientras escribo. Y me pierdo en un bosque frondoso sumido en el éxtasis más primitivo, y sé que estoy perdido, mas nunca lo digo, lo creas o no, tú también, amigo, no desesperes, sé cuidadoso, aun no sabiendo jugar, podemos ganar el partido, aun yendo a morir, disfrutaremos de lo vivido. Mira al cielo, ¿Qué ves? Humo blanco, sorpresa de tanto e tanto, digo la verdad, no me crees, si tengo frío, me niegas un manto. Vomita culebras de lengua viperina, oro blanco de las tinieblas, santa y bendita cocaína, dueña del mundo y de sus quiebras, dueña de mortales obtusos y de sus innumerables mierdas. Ave rapaz que consume todo aquello que en el bosque se pierde, escóndete, antes de que se acuerde de que tiene poder sobre lo que nos une. Blanco deseo de ...

Castigo anunciado

Vais a arder, no podréis hacer nada, vais a arder, y probaréis el filo de la espada, vais a arder, y de nada os servirá una excusa elaborada, ni el perdón de una deidad inventada. Y por cada inocencia violada, por cada injusticia no castigada, por cada mente engañada, por cada verdad silenciada. Vais a caer, vais a arder, en esta vida o en la siguiente, heridas en el cuerpo, o en la mente, os espera el dolor, y no podréis huir, qué horror, por no saber qué es lo que se siente, por destruir el preciado puente que conecta con la verdad al que miente. Por anteponer una casa al hogar, por anteponer los lujos al bienestar, por juzgar, por oprimir, por obligar, por creerte quién para poder castigar. Por jactarse de civilizados mientras los cadáveres se pudren amontonados, por culpar a los demás de vuestro egoísmo, por decir querer otro mundo, pero elegir siempre al mismo. Por eso y por más, mil cuchillas rajarán tu piel, por eso y por más, reza a tu Dios, pues pronto estarás con él. Por eso ...