En la fábrica de hombres
todos somos defectuosos,
allí nos robaron los nombres
con experimentos peligrosos.
Y es en nombre de la ciencia
y el argumento de la decencia
la imposición de la paciencia
para torturar nuestra diferencia.
Los tirones de la correa
y la presión del bozal,
el martillo con fuerza golpea
y mañana serás normal,
tu familia así lo desea,
¡Heil, holocausto espiritual!
Bonito campo de niños rotos
muy educados que sonríen en las fotos,
ingieren un veneno amargo,
condenados a un castigo largo,
esperando al eterno letargo.
Así aplaudimos a esa calamidad,
toma tu orla y tu diploma
y bienvenido a esta puta broma,
eres un hombre de verdad.
todos somos defectuosos,
allí nos robaron los nombres
con experimentos peligrosos.
Y es en nombre de la ciencia
y el argumento de la decencia
la imposición de la paciencia
para torturar nuestra diferencia.
Los tirones de la correa
y la presión del bozal,
el martillo con fuerza golpea
y mañana serás normal,
tu familia así lo desea,
¡Heil, holocausto espiritual!
Bonito campo de niños rotos
muy educados que sonríen en las fotos,
ingieren un veneno amargo,
condenados a un castigo largo,
esperando al eterno letargo.
Así aplaudimos a esa calamidad,
toma tu orla y tu diploma
y bienvenido a esta puta broma,
eres un hombre de verdad.
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