Hay gente con chaqueta de espinas,
con ella, del frío escapan,
pero cuando me tocan, me desgarran la piel,
me hieren, me matan.
Qué egoísta soy por no querer heridas,
qué indecencia no querer sufrir,
tú, en cambio, que ignoras otras vidas,
sigues rasgando a quien dices querer,
y por amor,
sonrisas al mentir,
y con dolor,
la esperanza sin desaparecer.
Y es tu chaqueta favorita,
aquella que luces con orgullo,
matarías si alguien te la quita,
porque es muy fácil decir "aguanta"
cuando el dolor no es tuyo.
"Aguanta",
Porque cuando oyes gritos
dices que alguien canta.
"Aguanta",
porque la sangre ajena
ya no te espanta.
"Aguanta",
que mis quejas son mitos,
y yo mismo daño mi garganta.
"Aguanta".
Y tú, sin ninguna pena,
dirás que tu causa es la buena,
con todo el morro del mundo,
como buen ser inmundo,
alzas la cabeza, miras de reojo
te apartas de mi herida
por si te mojo,
y repites "aguanta".
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