De acuerdo con esta guerra, de blanco tiño lo que no pudo ser, evitando ladridos de joven perra y ojos ciegos que no quieren ver. La culpa siempre es tuya y da igual lo que hagas, y cuando tu confianza destruya verás cómo se las pagas, y si es culpa de ella pondrá ojitos y dará abrazos, imposible deshacer los lazos con esa "dulce" doncella, y vuelves a caer, y vuelves a ceder, idiota que no quiere ver que ganar aquí es perder, por eso, vete lejos, huye de falsos pucheros y no volváis nunca a veros. Soledad entre festejos, al principio parece duro, no más que pensar en cianuro, poco a poco se callará puesto que habrá berreado, a otra víctima habrá cautivado a ti por fin te olvidará, compasión por el nuevo prisionero y libertad para decir “no quiero”, pero, da por pensar “¿esa arpía vino por mala suerte o merecido fue el pesar?” Evita no solo volver a tenerlo, también volver a merecerlo.
Escribo siempre que puedo. No todo será bueno, pero algún día saldrá algo decente.